Usar un Looper

Un looper no es otra cosa que un sampleador. Un dispositivo que registra nuestra música y la reproduce en bucle a tiempo real. Además puede crear loops superpuestos, consiguiendo simultanear incontables capas de información musical. Voy a analizar algunas de las ventajas y posibilidades  que ofrece su aplicación en diferentes entornos musicales.

 

PRAGMATISMO
1. Comodidad. Es tan rápido de usar que ni siquiera necesitas soltar la guitarra. Grabar y reproducir pistas ilimitadas con solo pisar un pedal. Imposible simplificar más.
2. Herramienta para profesores. Durante clases y clinics, puedes crear y reproducir tantas ideas como necesites para ejemplificar cualquier explicación. Además, algunos loopers incorporan su propio metrónomo y permiten modificar el tempo o el pitch de los loops.
3. Adaptabilidad. Aunque su uso se ha popularizado mayormente entre guitarristas, los loopers se pueden emplear en casi cualquier instrumento. Incluso un solo músico puede combinar varios instrumentos utilizando diferentes entradas de Jack y/o XLR con un micrófono.
4. Asequible. La oferta de pedales de loop es realmente atractiva hoy en día. Existen opciones para casi cada bolsillo. Algunos pedales de delay incorporan la función loop, y en algunos casos incluso vienen ya integrados en amplis de práctica y multiefectos.
5. Biblioteca de tonos. Si quieres comparar varios sonidos es difícil basarte solo en tu memoria. Cuando has escuchado treinta o cuarenta sonidos ya no sabes cual prefieres. Una buena solución cuando nos encontramos experimentando con las posibilidades de tono y timbre de diferentes pedales, es registrar pequeñas muestras en loops de referencia, anotando lo que has usado en la cadena, la ecualización y la situación de los botones. Posteriormente podemos elaborar una biblioteca de tonos personalizada y seleccionar lo que se adecue más a cada situación musical.

 

ESTUDIO
6. Mejorar tu habilidad rítmica. Una de las primeras evidencias cuando creas loops es que has de tener un ritmo perfecto. La más mínima imprecisión rítmica sonará como un error considerable que se repetirá cíclicamente en cada vuelta de reproducción del loop. Después de un tiempo utilizando el looper, tu métrica, entre otras cosas, se volverá más sólida y estable. Y eso son palabras mayores.
7. Escucharte. Para mejorar, es imprescindible ser consciente de cómo suenas exactamente. Cuando tocas, la percepción de lo que oyes cambia de manera significativa. Tocando solo e incluso en grupo, cometes diferentes tipos de fallos que normalmente pasan inadvertidos. Pueden ser notas equivocadas, que suenan inseguras, ruidos, etc. Así que es necesario poder escuchar nuestra música como alguien ajeno al proceso. Mas sencillo y rápido que un ordenador, que una grabadora e incluso que un teléfono, es hacer un loop. Escúchate inmediatamente y aprende de tus errores. Casi sin darte cuenta estarás desarrollando tu precisión y coordinación. El loop se transforma así en un testigo constante y auténtico reflejo de tu sonido.
8. Oir relaciones escala acorde. A la hora de estudiar armonía aplicada es de tremenda utilidad poder tocar acordes y progresiones, y oír el efecto de diferentes escalas o arpegios sobre éstos.
9. Crear tus propias backing tracks. Tocar sobre bases de acompañamiento es útil y divertido, pero si te encargas de crearlas tu mismo, además de adecuarlas a tu estilo y nivel, estarás mejorando por partida doble: tus solos y tus partes rítmicas.
10. Estudiar temas con melodía y armonía. A la hora de aprender partituras, por ejemplo standards de jazz o canciones que contengan melodía y acordes cifrados, podrás montar ambas cosas y hacerte una rápida idea de como suena una composición.

 

ARREGLOS, COMPOSICIÓN E INTERPRETACIÓN
11. Herramienta en el local de ensayo. Los loops son la solución perfecta cuando, sobre la marcha, escribes arreglos que implican más de un instrumento, y necesitas que tus compañeros de grupo lo oigan «in situ» para hacerse una idea precisa.
12. Armonizar líneas. A la hora de escribir contrapuntos basados en melodías armonizadas, el looper es el gadget definitivo.
13. Guardar ideas. Estés donde estés, es mejor estar preparado para capturar cualquier idea. Nunca se sabe cuando llegará la inspiración, así que mejor que te encuentre con un looper en tus pies. Algunos modelos incluso ofrecen la posibilidad de almacenarlos en memorias internas con la opción de exportarlos a un ordenador por USB. De esa forma, jamás volverás a olvidar ese Riff que improvisaste y que se va a convertir en tu nuevo tema.
14. Crear sonidos únicos. Además de la obvia posibilidad de crear auténticas murallas de sonido basadas en múltiples pistas, los loops permiten ejecutar arreglos con combinaciones rítmicas de imposible ejecución en uno o varios instrumentos. También permiten componer texturas totalmente nuevas al posibilitar superponer sonidos con diferentes efectos.
15. Pensar la música de otra manera. Al mismo tiempo que ofrecen nuevas posibilidades, los loops imponen limites, y eso siempre nos fuerza a encontrar diferentes caminos creativos y a cambiar nuestro enfoque.
16. Poder tocar solos con acompañamiento rítmico. En situaciones donde seas el único instrumento armónico, y aunque seas capaz de ejecutar arreglos de Chord Melody, un loop como colchón armónico te proporciona total libertad de tocar melódicamente y de crear contraste.

Artistas de estilos tan diferentes como Don Caballero, Russian Circles,  Jaco Pastorious, Pat Metheny, Richard Bonna, Kimbra o Anathema, utilizan loopers asiduamente en su música. ¿A qué esperas para sumarte a la lista de celebres Loopeadores?

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